Érase una vez un tatuaje: historia del tatuaje temporal
¿Alguna vez te has preguntado dónde o cómo nació la idea de los tatuajes temporales? Bueno, quizás no sea una de tus dudas existenciales, pero si has aterrizado en esta página puede que sientas cierta curiosidad.
Antes de iniciar esta pequeña historia debo aclararte que hay varios tipos de tatuajes temporales, y todos en cierta medida tienen un orígen común: el tatuaje permanente. Entre los tatuajes cuya duración es limitada podemos encontrar los tatuajes hechos con henna —habituales en países orientales como la India, Pakistán, Bangladesh, etc—, los realizados con rotuladores o aerógrafos especiales para la piel, e incluso ahora puedes encontrar pequeñas impresoras portátiles que distribuyen la tinta directamente sobre tu piel.
Se desconoce a ciencia cierta cuándo el hombre sintió por primera vez el impulso de adornar su piel, pero los investigadores parecen ponerse de acuerdo en que hace al menos 8000 años que esta práctica existe, aunque se han encontrado utensilios y herramientas que parecen indicar un origen incluso anterior.
Numerosas culturas a lo largo y ancho del globo desarrollaron diferentes técnicas y estilos, a menudo representando sus creencias o estatus.
Lo que sí se sabe es que el nombre (en inglés TATTOO) proviene del tahitiano “tatau”. La aceptación y significado del tatuaje ha variado mucho a lo largo de la historia y las civilizaciones.. En este vídeo de TED ed lo explican muy bien (y es muy divertido):
Aunque si quieres una historia más completa (anécdotas incluidas), te recomendamos éste.
Ya hemos visto que el tatuaje permanente tiene una larga, larga historia. Pero ¿y el tatuaje temporal?
La historia del tatuaje temporal
Posiblemente la inspiración para desarrollar tatuajes temporales surgió del deseo de adornar nuestro cuerpo ocasionalmente. Porque, seamos sinceros: ¿quién no ha fantaseado alguna vez con hacerse un tatuaje… o varios? Aunque eso, a la práctica, conlleva ciertos inconvenientes: quizás creas que te cansarás de ellos después de un tiempo —¡puede ocurrir!—, que no te representarán en unos años, que no soportarías el dolor o que, con el tiempo y la edad, perderán su atractivo.
Pero la idea de tatuarse de vez en cuando nos quita un peso de encima, nos permite experimentar sin riesgo alguno e incluso jugar a ser otra persona, como haces con la ropa o el maquillaje—. Lo cierto es que da mucho juego para cambiar a menudo tus estilismos en las redes sociales.
Miniatura a todo color del artista francés Jacques Le Moyne, "A Young Daughter of the Picts" (aprox. 1585), mostrando a una mujer joven cuyo cuerpo está totalmente cubierto de tatuajes florales.
Pero fue una marca comercial de palomitas de maíz y cacahuetes, Cracker Jacks, la primera que lanzó al mercado los tatuajes temporales a modo de regalo publicitario. Los incluían dentro de su packaging en 1912, cosa que les propició bastante fama. Los diseños incluían temas como piratas, payasos y ballenas.
En los 70 volvieron a ponerse de moda, esta vez asociados a muchos más productos, desde las películas de Star Wars hasta personajes de dibujos animados. La industria del entretenimiento y la alimentación había descubierto que el tatuaje temporal era una interesante forma de vender aún más, lo que dio pie a la era dorada del tatuaje temporal promocional.
No sólo podías comprarlos en tu juguetería, sino que era habitual que las marcas de alimentación regalasen tatuajes de los personajes más de moda en el momento. Sin embargo, para ese entonces aún era común referirse a ellos como calcomanías.
La década de los 80 nos trajo también innovaciones tecnológicas en el producto, tanto en sus componentes como en sus posibilidades. La empresa norteamericana 3M incluso consiguió crear tatuajes que desprendían aromas al frotarlos.
Pero fueron los 90 los que realmente comenzaron a explotar las posibilidades del tatuaje temporal, no sólo para niños: los adolescentes y algunos famosos empezaron a usarlos para definir su estilo —y dar un buen susto a sus progenitores—.
Con la llegada del nuevo siglo, el tatuaje temporal continuó logrando más adeptos no sólo entre los adolescentes, también los adultos empezaron a dejarse seducir por la posibilidad de adornar su piel un sábado sin mayores consecuencias el lunes en la oficina.
En 2010, los tatuajes temporales llegaron por fin a lo más alto: las casas de alta costura. Numerosas marcas, como Chanel, Dior, Rodarte, etc. crearon y pusieron a la venta sus propios diseños -cómo ya contábamos en este artículo-, además de aplicarlos sobre las modelos en sus desfiles.
Pocos años después, tenemos todo un mercado floreciente dedicado a este producto,, con celebrities como Beyonce vendiendo sus propios diseños y las pasarelas de todo el mundo incorporando los tatuajes temporales a sus desfiles. Diversas innovaciones en ingredientes y métodos de impresión permiten aún más variaciones, como los tatuajes metalizados o que brillan en la oscuridad.
Los millennials son el principal mercado, les fascina cubrirse el cuerpo con tatuajes cada vez que van a un festival de música, mientras que las fashion bloggers los incorporan a los looks que después difundirán en sus redes sociales, jugando al despiste (¿es real?). Pero cualquiera puede ponerse un tatuaje temporal, independientemente de su edad, cultura, color de piel o gustos.
Actualidad
Actualmente, los tatuajes temporales están considerados como producto cosmético, y como tal deben cumplir una normativa muy estricta que es ligeramente diferente entre diversos países o zonas geográficas. Esta normativa, que por supuesto en Tempo Tattoo cumplimos a rajatabla, garantiza que todos los ingredientes empleados en su fabricación son seguros y han sido testados para evitar alergias o reacciones.
En Europa la normativa que se aplica es la (EC) 1223/2009, mientras que en Estados Unidos, es la Food and Drug Administration (FDA) la encargada de definir los requisitos que deben cumplir.
Y ahora que ya sabes todo lo que hay que saber de los tatuajes temporales… ¿Qué tal si te lanzas y pruebas uno? ¡Echa una ojeada a nuestro catálogo!
